INFOCIMA Nº 52 – ABRIL 2025

La sonrisa del mes
Edward Santiago
Hola, me llamo Edward. Antes de llegar a CIMA, tenía problemas de conducta y no me comportaba bien. Me gustaba estar en la calle y no obedecía a mi mamá. Al principio, cuando llegué a CIMA, seguía copiando el mal comportamiento de algunos compañeros, pensando que era normal.
Pero con el tiempo, y gracias al apoyo de la tutora Milagros y de la madre Vanessa, fui aprendiendo cómo debía comportarme y cómo hablar con respeto. Me hicieron ver que puedo tener amigos, pero que no tengo por qué seguir lo malo que hacen los demás.
Ahora estudio con más responsabilidad para que mi mamá se sienta orgullosa de mí. Me gustan los talleres, sobre todo granja y pintura en tela. Doy gracias al padre Jean-Louis por recibirme en CIMA, a mis tutoras por enseñarme cosas buenas y a la profesora Edy por ayudarme con mis tareas. Estoy aprendiendo a ser una mejor persona.

Testimonio de Darín Placios – ExCIMA
Mi nombre es Darín y soy exCIMA.
Antes de llegar al hogar, recorrí un camino largo y oscuro, como muchos jóvenes que no cuentan con una guía adecuada o con padres presentes. Mi padre fue uno de esos que decidió irse, dejando a mi madre sola con dos hijos. Yo era el menor, y aunque ella lo daba todo por nosotros, era muy difícil. Trabajaba fuera todo el día y no tenía tiempo para acompañarme como yo lo necesitaba. Eso me llevó a pasar mucho tiempo en la calle, donde me juntaba con personas mayores cuya influencia no era nada buena para mí.
A los 14 años ya andaba con muchachos que consumían drogas, tomaban alcohol y robaban. Tenía mucho rencor y odio por no tener un padre presente como otros chicos que sí recibían afecto y atención. Repetí el año en tercero de secundaria y mi mamá ya no podía más. Había perdido el control sobre mí, y eso le causaba un gran dolor. Verla llorar día tras día por mi comportamiento me hizo pensar en cambiar.
Un día hablé con ella y le propuse buscar un centro de rehabilitación. Fuimos a un psicólogo que nos recomendó tres lugares, uno de ellos era CIMA. Al día siguiente fuimos a visitarlos, y desde el primer momento, CIMA me gustó. Me llamaron mucho la atención los talleres: iniciación técnica, agricultura, apicultura, pintura en tela, computación, música e hidroponía. Además, me ofrecían la oportunidad de estudiar. Sin duda, fue la mejor decisión que tomé.
Pasé un año y medio en CIMA, donde aprendí muchas cosas, sobre todo que la vida no siempre es fácil; con voluntad y apoyo, todo es posible. Aprendí soldadura y ese conocimiento me sirvió. Al salir de CIMA trabajé dos años en ese oficio.
Actualmente, soy técnico de fibra óptica; llevo cuatro años trabajando y me va muy bien. Además, estoy calificado para ser chofer profesional. Siempre recuerdo con gratitud a quienes me tendieron la mano cuando más lo necesitaba. Cada año regreso a CIMA con otros exCIMA para visitar a los chicos y recordar que todos merecemos una segunda oportunidad.

Testimonio de Kevin Grimes– voluntario
Marzo de 2025 marca el noveno aniversario de mi primer viaje al Hogar CIMA en 2016. Sigo regresando porque constantemente me asombran y conmueven los corazones, mentes y caracteres extraordinarios de los chicos que viven aquí.
Cada año he realizado dos o tres viajes a CIMA. He podido ver y comprobar de primera mano que el programa realmente transforma la vida de jóvenes que provienen de contextos traumáticos, donde hay adicciones u otros entornos autodestructivos. CIMA enseña verdades que cambian vidas, forma en los niños un carácter noble y semejante al de Cristo. Además, CIMA les ayuda a construir una visión y comprensión del propósito que Dios tiene para sus vidas.
Soy un ex padre de acogida terapéutica, y he vivido y trabajado personalmente con 40 adolescentes con enormes desafíos en Estados Unidos. A marzo de 2025, el programa de CIMA sigue siendo tan bueno —o incluso mejor— que cualquier otro que haya conocido en mi país.
Hay un sinfín de maneras de colaborar con CIMA. El mensaje principal que quiero dejarles es este: cualquier forma de involucrarse con CIMA hará una diferencia en la vida de estos niños tan valiosos. Es uno de los mayores privilegios de mi vida haber podido participar, aunque sea mínimamente, en esta hermosa misión.

Trompos de madera: primer paso en el taller de carpintería
En el taller de carpintería de CIMA, los chicos inician su formación construyendo un trompo. Esta actividad introductoria les permite conocer las herramientas básicas del oficio, trabajar distintos tipos de madera y aprender de forma práctica y divertida.
El proceso comienza con la elección de la madera adecuada. Luego, los chicos utilizan el torno de carpintería para darle al trompo su forma característica, trabajando con precisión y concentración. Posteriormente, lijan, afinan los detalles, colocan la punta metálica y preparan la cuerda.
Además de desarrollar habilidades técnicas, esta experiencia fortalece la paciencia, la creatividad y el valor del esfuerzo personal. Al final, cada uno se lleva un trompo hecho por ellos mismos, que podrán usar para jugar y compartir con sus compañeros.
Bienvenidos a la Familia CIMA:
Presentamos a los niños que han llegado a CIMA en el transcurso de este mes.
Fran Suarez
Omar Rodas
Gonzalo Huerta
Edson Huerta
Noticias:
Gracias a la gestión de la Fundación OLI, CIMA ha sido incluido como beneficiario directo en la campaña de venta de seguros del Banco de Crédito del Perú (BCP) a través de sus cajeros automáticos.
Esta iniciativa permite a los clientes del BCP apoyar nuestra labor mientras adquieren un seguro. Los fondos recaudados contribuyen directamente al sostenimiento y al bienestar de los chicos de CIMA.

Nuestros jóvenes participaron en el Programa: Formación para la vida y el trabajo. Este programa fue promovido por Modine Manufacturing Company, coordinado por Susanna Salvador. Operado en Lima por las empresas:
* Friopacking, con la presencia de Pablo Flores y el chef Diego Muñoz y su equipo de cocina
* Inizia Consultores, con la presencia de Dario Gastelo, Ricardo Guglielmino y Anita Gumbas.

Agradecemos al Club de Leones de La Molina Norte que nos donaron útiles escolares y libros.
Agradecemos al Club de Leones de San Martín de Porras por la donación de útiles escolares y ropa.
Recibimos la grata visita de Sylvia Morin que ha sido voluntaria hace muchos años. Por desgracia su mamá falleció y Sylvia tuvo que volver a Francia acortando su estadía en CIMA. Le ofrecemos nuestro más sentido pésame.
Agradecemos a Camille Paolino de Francia, que ha sido voluntaria durante este mes. Camille apoyó en diversas actividades. Esperamos que pueda volver pronto.
En Semana Santa los niños de CIMA han salido de permiso en dos turnos. Con los que estaban presentes participamos en algunas ceremonias del jueves y viernes santos.
Estudiantes voluntarios de la Universidad del Pacífico apoyaron a nuestros menores en física y matemáticas, reforzando sus conocimientos y brindándoles nuevas herramientas para avanzar en sus estudios.

Con gran entusiasmo se realizó un concurso interno en ciencia y tecnología. ¡Felicitamos a nuestros ganadores!
1° lugar: Christian Villacrisis
2° lugar: Josué Valles
3° lugar: Ronald Meza
4º lugar: Caleb Quintana
¡Su esfuerzo y creatividad inspiran a los otros niños!
Conmemoramos el Día Mundial de la Tierra, una fecha oficial establecida para fomentar el cuidado del medio ambiente. En CIMA reflexionamos sobre la importancia de proteger nuestro planeta y trabajamos para crear conciencia en cada uno de nuestros espacios.

El 27 de abril se realizó con éxito la feria solidaria. Fue una jornada llena de alegría, donde se ofrecieron productos elaborados por los chicos en los talleres, además venta de comidas y artículos para el hogar y la oficina.
El 30 de abril celebramos el Día del Trabajador en CIMA
Reconocemos y agradecemos a quienes, con compromiso, vocación y cariño, construyen cada día un mejor futuro para nuestros chicos. ¡Gracias por su entrega incansable!