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Hola, mi nombre es Jesús Cueva. Llegué a CIMA en junio de 2022. En CIMA pude aprender muchas cosas y dejar atrás todos mis malos hábitos. Hoy me doy cuenta de que había perdido el tiempo en la calle. Me siento mejor y he superado mis problemas. Ahora soy más ordenado y responsable. Todo esto se lo debo al Padre Jean-Louis que me acogió con mucho cariño.
Vivía perdido en la calle. Mis padres se peleaban mucho en casa. Yo no sabía qué hacer y me escapaba. Un amigo me llevó a CIMA y me quedé un mes, pero volví a la calle. Un tiempo después me encontré con el Padre Jean-Louis que nos vino a recoger en la plaza San Martín, a mí y a varios otros niños. Nos dió comida y ropa. Pasó poco tiempo y volví a escapar a la calle. Mi mamá estaba buscándome desesperada. Me encontró y regresé a CIMA; esta vez me quedé mucho tiempo. Tenía permiso para salir los sábados a ver a mi familia. Después de todo me gustó quedarme en CIMA porque allí aprendí a hacerme cargo de mi vida.
Hola, mi nombre es Gauthier; tengo 19 años y soy voluntario en CIMA desde el 1 de enero de 2023. Llegué sin saber español. Los niños me recibieron con los brazos abiertos y fueron mis maestros de buenas y malas palabras.
Llegué al inicio de la transformación del taller de hidroponía en acuaponia, del cual soy el encargado desde hace varios meses.
Como quiero ser cocinero, trabajo todas las mañanas en la cocina para preparar el almuerzo. Aprendí varios platos sencillos: “causa”, “arroz chaufa”, “carapulcra” y otros.
También doy clases de inglés los martes por la mañana y algunas tardes o noches ayudo a los niños con las tareas de matemáticas u otras tareas.
Durante mi último mes en CIMA, con mi compañero Pablo, un voluntario alemán, organizamos olimpiadas y varias actividades. Participaron todos los niños y colaboradores.
Esta experiencia será inolvidable; Di lo mejor de mí y recibí el doble. El contacto diario con los niños, las risas y las penas compartidas quedarán para siempre en mi memoria. CIMA ahora es más que un hogar para mí, es una familia.
Este año CIMA celebró sus 33 años de creación. Se programaron diversas actividades y competencias deportivas durante un período de tres semanas. El 14 de junio celebramos internamente con los colaboradores y los niños.
El 25 de junio celebramos con muchos invitados, amigos, benefactores y Ex CIMA. El programa comenzó con una misa presidida por el padre Jorge Mendiola MSA. Siguió un excelente espectáculo; artistas invitados y jóvenes de CIMA interpretaron muchos números musicales, bailes folclóricos, etc. Además, los ex CIMA organizaron un campeonato de fútbol y lo pasaron muy bien. Ofrecimos un almuerzo a todos los visitantes. También se vendieron platos preparados por algunas madres, así como objetos creados por nuestros jóvenes en los talleres de carpintería, pintura sobre lienzo, artesanía y granja.
Un poco de historia: En el mes de junio de 1990 se albergaron los primeros niños en el primer local de CIMA, en el centro de Lima. El 14 de agosto del mismo año se creó legalmente CIMA. En setiembre de 1991 se trasladó CIMA a Huarangal, distrito de Cieneguilla, gracias al Ingeniero Federico Jahncke que nos donó un terreno. En 1996, CIMA se mudó a otro terreno en Cieneguilla donde se había construido la infraestructura actual. Hemos caminado juntos 33 años; muchas personas, fundaciones y asociaciones tanto en Perú con el extranjero han contribuido a que CIMA sea un lugar donde vive la esperanza.
Menores:
Pedro Rea
Jorge Morante
Colaboradores:
Anne Crabbe de Lozano
¡Bienvenidos a casa!
Brad Quispe
Jean Quispe
Matias Rodriguez
Nos visitó nuestro amigo Tito Figueroa con un grupo de escolares. Han traído muchos útiles de limpieza y víveres. Su presencia ha sido muy positiva y proyectan regresar. Este día compartieron juegos con los niños del hogar.
Yves d’Avignon y Jessica Charland, una pareja de Quebec, vinieron a CIMA como voluntarios por un período de una semana. Su presencia fue extremadamente positiva; Rápidamente se ganaron la confianza de los niños y empleados. Se fueron con muchos proyectos para ayudar a CIMA.
En Perú, la fiesta de San Pedro y San Pablo es un día feriado. El Estado proclamó feriados tanto el jueves 29 como el viernes 30.
