La misión de CIMA se sostiene completamente gracias a donaciones. Siempre ha sido así y pretendemos que lo siga siendo. Es una labor de solidaridad humana en la que creemos profundamente.
Sin embargo, lograrlo no es fácil, más aún dado el hecho de que en CIMA se cubren todas las necesidades de sus pequeños habitantes, desde alimento, vestido y hasta higiene oral, completamente gratis.
Para ello tenemos un número de donantes que generosamente aportan cada año, en su mayoría de Europa, Canadá y EE.UU. Pero dada la crisis en muchas de estas economías, tanto el monto de las donaciones como el valor (depreciado por el tipo de cambio) del volumen de donaciones, en términos reales, ha disminuido sensiblemente, mientras, como toda persona comprenderá, los costos aumentan.
CIMA desarrolla una activa labor para obtener nuevos y sostenibles donantes, pero SU aporte es muy importante y puede hacer una diferencia enorme. Nuestra contabilidad es absolutamente transparente, contamos con auditorías periódicas y los costos administrativos son mínimos a fin de que su aporte llegue directamente a los pequeños.
¡Usted puede saber en todo momento en que se invierte su donación!